miércoles, 17 de junio de 2009


foto:YOLANDA CARDO
ABC BARCELONA


Montserrat Cabrera tiene 79 años y nunca había estado ingresada en un hospital, «ni durante el parto». Es una de las 138 pacientes que ayer fueron trasladadas al nuevo recinto del hospital de Sant Pau, que se inaugurará oficialmente el 3 de julio.
Hace un mes que está ingresada, el tiempo suficiente para acostumbrarse al viejo pabellón. «Estoy enamorada del hospital... pero de pasada», dice entre risas. Montserrat conserva el buen humor a pesar de que los resultados de los análisis médicos no son muy buenos. Pese a haberse sometido a varias pruebas, los médicos no han dado aún con el origen de su infección.
«Ayer nos comentaron que cogiésemos una bolsita con nuestras cosas, que nos trasladábamos», cuenta Montserrat. El nuevo hospital de Sant Pau la impresionó. «¡Guauuu, qué entrada!» exclama sentada junto a la ventana. «Estamos mejor, aquí hay más espacio, antes para ir al lavabo tenías que salir de la habitación y muchas veces estaba ocupado», comenta excitada. Ahora, cada alojamiento doble tiene un cuarto de baño. Montserrat todavía no sabe con quién compartirá estancia, auque espera que sea con Modesta, su compañera de cuarto hasta ayer.
«Espero estar con Montse» «Espero que me pongan en la misma habitación que Montserrat, tiene pocas visitas y estamos muy tranquilas», explica Modesta Roy mientras espera la ambulancia que la llevará al nuevo centro.
La paciente ingresó en el hospital hace una semana, tenía una obstrucción intestinal. «Entré a las seis de la mañana y por la tarde ya me habían operado. Me ha ido muy bien», comenta. «Me encontraré muy cómoda, conozco el hospital nuevo porque he estado de visita», apunta. Además de las obvias ventajas del nuevo recinto, Modesta tiene otro aliciente. «Mi marido está ingresado allí, así que estaremos más cerca», explica.
Instalaciones impersonales Las primeras impresiones de Monserrat sobre el nuevo hospital han sido muy buenas, sin embargo cree que las instalaciones son bastante impersonales y hasta cierto punto más tristes. «Estaba acostumbrada a estar allí, veía a las enfermeras y estaba más distraída. Aquí las puertas siempre están cerradas, pero claro, éste es más amplio», comenta un poco confusa por el cambio. Mientras su hija le ayuda a instalarse en el cuarto, Montserrat parece satisfecha y asegura que no echa nada de menos, «excepto mi casa».
Durante la mañana de ayer se trasladaron un total de 138 pacientes desde el pabellón modernista de Sant Manel a las tres plantas de las que consta el ala C del nuevo hospital. «Concentramos el grueso de la mudanza» afirmó Jordi Varela, el director general del hospital. En septiembre será la última fase del traslado ya que falta «ajustar algunas cosas en los quirófanos», afirmó el doctor Varela. Las obras de rehabilitación del antiguo hospital modernista se empezarán a medida que se vaya vaciando el recinto y se compondrán de dos fases, la primera hasta 2013 y la segunda hasta 2016.
Universidad de la ONU El pabellón Sant Manel, que desde ayer ya no es un espacio hospitalario será rehabilitado y acogerá la sede del Instituto de la Universidad de las Naciones Unidas a partir de 2012. Este pabellón será el primero que tendrá un uso definido, una vez que todas las dependencias sanitarias se trasladen al nuevo centro.

No hay comentarios: